Examen dental
Las consideraciones preliminares referentes a la valoración, exploración, el diagnóstico y la planificación del tratamiento del paciente constituyen las bases fundamentales de una buena asistencia odontológica.
En la valoración del paciente se incluye un análisis de las condiciones y los antecedentes médicos, las condiciones sociológicas y psicológicas, la historia odontológica y una valoración del riesgo de alteraciones dentales del paciente.
Como expertos en salud oral no solo nos enfocamos en el bienestar de las piezas dentales sino también en el estado integral sistémico del paciente, con un chequeo regular en un examen dental se puede diagnosticar y prevenir el desarrollo de enfermedades sistémicas que podrían llegar a afectar órganos como el corazón.
Antes de examinar y diagnosticar el estado de los dientes, el periodonto y los tejidos blandos orofaciales se debe prestar atención al control de las posibles infecciones, a los antecedentes médicos, a los aspectos sociológicos, psicológicos, historia odontológica y a los posibles riesgos.
En una historia odontológica podemos encontrar las siguientes variantes:
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Dientes dañados, perdidos o con cavidades.
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Signos tempranos de la caries dental.
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Estado de las encías: bolsas periodontales, inflamación y otros signos de la enfermedad periodontal.
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Comprobar el estado de los trabajos dentales previos: endodoncias, restauraciones, coronas, etc.
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Detectar posibles signos del cáncer oral y de problemas en las glándulas salivales.
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Comprobar que no hay quistes malignos.
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Posición de los dientes (oclusión, diastemas).
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Signos del apretamiento o rechinamiento dental, un problema que puede causar dolor de cabeza, dolor en las mandíbulas y otras molestias (bruxismo).
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Signos del sangrado o la inflamación de la lengua o el paladar.
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Salud general y funcionamiento de la articulación temporomandibular (ATM). Comprobar que no existe ningún problema.
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Estado de los huesos de la cara, la mandíbula y alrededor de la boca.
